Personas altamente sensibles

Hace un tiempo que tengo muchas ganas de escribir este artículo ya que supone ofreceros también una parte de mí y de mi proyecto profesional: Sentido y Sensibilidad. Y es que necesité muchos años para conocer mis rarezas, lo que me pasaba y ponerle un nombre, era una persona altamente sensible. En ocasiones me sentía intensamente cansada, me molestaba mucho los ruidos, me sentía muy saturada y con una necesidad imperiosa de aislarme del mundo. Sentirse un poco “bicho raro” y poco comprendida es una de las cosas habituales que podemos llegar a sentir las personas altamente sensibles. En este artículo te ofrezco alguna información sobre la alta sensibilidad, de manera que llegues a verlo como un regalo del universo.

Ser una persona altamente sensible es poder llegar a percibir todo aquello que pasa desapercibido para otros. Cómo en todo, este rasgo de personalidad también es cambiante de una persona a otra, pero a rasgos generales os contaré como lo siento yo para que os hagáis una idea. Es como sentirse un globo inflado, a veces muy inflado, en un mundo lleno de alfileres.  Pero también es sentir un don poderoso que no es perceptible a los ojos y que te da la posibilidad de una conexión más profunda contigo misma y con otras personas.  Ser altamente sensible es recibir la belleza de las flores de una forma abismal, casi orgásmica. O sentir un placer intenso al comer un trozo de tu queso favorito. Es saborear la vida con un volumen más alto.

No fui fácil para mi llevar la alta sensibilidad a un estado de equilibrio y en muchas ocasiones preferí ser más como los demás, que tener este maravilloso don del que ahora estoy tan enamorada. Para que entendáis que pasa a un nivel más orgánico, las personas altamente sensibles tenemos la capacidad de percibir de una forma más amplia e intensa el mundo que nos rodea a través de los sentidos. Es decir; imaginaos que nuestro sistema nervioso, que es con lo que procesamos la información que viene del exterior, fuese un embudo. En el caso de las personas altamente sensibles nuestro embudo está mucho más abierto y podemos captar mucha más información. Un apunte que me pareció curioso cuando lo descubrí, es que en realidad el ser humanos no es capaz de percibir todo aquello que le rodea y que necesita “este embudo” como modo de supervivencia. En mi caso, en el caso de las personas altamente sensibles, el embudo es mucho más amplio.

Normalmente no soy muy partidaria de que las personas por pongamos etiquetas porque entiendo que esto más que beneficiarnos, en muchas ocasiones hace que nos limitemos. Pero si es cierto, que en este caso saber que tenía este rasgo de personalidad, pues no es un trastorno, me hizo poder llegar a entenderme mejor y saber aquellas cosas que eran más beneficiosas para mí. Para poder aclararos algunas dudas os dejo por aquí algunas de las características principales de las personas altamente sensibles:

  • Procesamiento profundo. Es la capacidad de procesar la información de forma intensa y profunda. Ambas palabras intensidad y profundidad son características habituales en las personas altamente sensibles.  En un estado de equilibrio, esta faceta le puede ofrecer un nivel de reflexión que va más allá de lo común. Tener una perspectiva más amplia de la cosas. De forma desequilibrada puede llegar a darle demasiadas vueltas a las cosas y ser causa de sufrimiento.
  • Sobreestimulación. Tienen facilidad para sentirse saturadas con frecuencia. Recuerda que son capaces de captar más información del entorno y esta mayor cantidad necesita ser procesada, de ahí la sobreestimulación.
  • Emociones intensas. Esa capacidad de sentir a un volumen muy alto, en este caso a nivel emocional. Cuanta mayor sea la sobreestimulación mayor será también la intensidad emocional. Busca tu descanso y también tu equilibrio. Aprende a soltar.
  • Sensibilidad a las sutilezas. Son capaces de percibir pequeños cambios tanto en el ambiente como en el estado emocional de las personas. Esto les hace tener un don para la comunicación con los demás y también para el arte, la creatividad y disfrutar de la naturaleza.
  • Empatía.  Conectada con la anterior, les resulta muy fácil ponerse en el lugar del otro, lo comprenden y suelen estar abiertos a aceptar a las personas tal y como son. En ocasiones pueden llegar a sentir literalmente aquello que el otro siente. De ahí la necesidad de saber no hacer suyo los estados y procesos en los que el otro sufre.

Se podría extender muchísimo más aquellas cosas que me gustaría contarte sobre la alta sensibilidad. Si sospechas que tú u otra persona puede ser una persona con un rasgo de alta sensibilidad, si está sufriendo por ello, te invito a convertir ese malestar en un don a través del autoconocimiento y el equilibrio. Te doy algunas pautas sobre ello en un próximo artículo que ya se está cociendo a fuego lento, con amor y mucha dosis de sensibilidad sanadora.

Gracias por estar al otro lado, hermoso ser de luz.