Alta sensibilidad en equilibrio

En un escrito anterior, hace quizá demasiado tiempo, estuvimos hablando de la alta sensibilidad y descubriendo a grandes rasgos, que significa exactamente este aspecto de la personalidad. Ahondamos en esa capacidad de percibir y recibir más cantidad de información a través de los sentidos. Ahora vamos a dar algunas pautas que nos llevarán a conectar con el equilibrio, pues si no se tiene en cuenta lo que la alta sensibilidad conlleva, y respetamos lo que viene a mostrarnos, puede ser complejo y duro mantener una vida en alta sensibilidad.

El ser humano no vive aislado y descontextualizado, sino más bien en una realidad en relación con otros y en un mundo con determinadas características. La época de la tecnología que hoy en día habitamos, nos regala el acceso a la comunicación y a la información de forma sencilla e instantánea. Algo que es de alguna manera muy útil, en exceso y desproporcionado, puede llegar a ser una losa de gran estimulación. Un ruido constante que,para las personas altamente sensibles, llega a desconcertar y alterar nuestra claridad mental y equilibrio.

Una de las cosas imprescindibles a tener en cuenta es que, aunque la alta sensibilidad tenga unos criterios y características generales, cada persona altamente sensible es totalmente diferente a las demás personas con este mismo rasgo. En este aspecto de la particularidad de cada ser y de su alta sensibilidad, es imprescindible el AUTOCONOCIMIENTO. Saber mirar hacia dentro, con la mirada limpia y pura de la observación sin más. Vamos a dejar fuera los juicios y abrirnos a la intención de conocernos, de saber cómo somos, qué sentimos, que pensamos. Cuales son nuestros tiempos y sobre todo respetarnos. Ese AMOR INCONDICONAL, hacia nosotros mismo.

Uno de nuestros grandes aliados, los TIEMPOS.  Cuidar nuestros tiempos, y sobre todo dejar espacios para el descanso y la regeneración es de suma importancia en la alta sensibilidad. Recodar que el sistema nervioso de una persona con alta sensibilidad es capaz de recibir y almacenar mucha más cantidad de información. Información que necesita ser procesada y para ello necesita tiempo. Tiempo de calidad, de no recibir más estímulos. Tiempo con el silencio.

El bálsamo más valioso es justo ese, EL SILENCIO. Y la mejor herramienta para ello: LA MEDITACIÓN. Porque no solo se trata del silencio externo, sino también del silencio de nuestra mente. De bajar el volumen y la intensidad de nuestros pensamientos. Y aunque la meditación es la ideal herramienta, también podemos recurrir a reposar sin sonidos externos, con muy poquita luz e incluso cerrar los ojos para conectar con la capacidad de sanación e integrar la información que nos llega a través de los sentidos.

Conecta con la NATURALEZA. El ponernos en contacto con nuestros orígenes en la naturaleza, disminuye nuestras sensaciones de humano siempre inquieto y preocupado por lo que puede ocurrir o enredado en el la mente por lo que ocurrió. Además los estímulos que recogemos en la naturaleza, mucho más en consonancia con lo humano del ser, nos llenan de calma, serenidad y relajación.

La alta sensibilidad tiene una gran conexión con la CREATIVIDAD. Y hay muchas formas de darle rienda suelta a esta habilidad, no tienes que ser un gran pintor o poeta para desarrollar tu creatividad, puede ser haciendo un nuevo plato culinario, utilizando tus manos para crear algo nuevo o inventarte la letra de una canción. No importa la manera, pero la creatividad nos conecta con nuestro ser más auténtico.

En muchas ocasiones, y sobre todo cuando la energía de la persona se desequilibra, se puede tender a la comparación. ¿Por qué los demás si pueden y yo no? Es un aspecto que la mayoría de las personas altamente sensibles se cuestionan en algún momento. Hay que estar atento a este tipo de discurso mental para no alimentar este tipo de pensamientos que disminuyen la autoestima considerablemente. Eres perfecto tal y como eres. Y siempre puedes reajustar aquello que no te agrade, pero desde la COMPASIÓN. Sobre todo, evita la comparación y la exigencia en exceso. Ríndete a la grandeza de tu persona, tienes la llave y el potencial para hacerlo.

Si eres altamente sensible y te das cuenta de que estás entrando en un momento de saturación, párate y pregúntate. ¿Qué necesito? Respira esa sensación de estar a punto de explotar, reposa, quédate en silencio, date un baño caliente, apártate del móvil un rato, escucha tu cuerpo. No importa lo que necesites, esa es justo la guía que debes seguir para recuperar tu bienestar.

Imagina un mundo donde la empatía y el sentir desde el corazón y la bondad sea la principal característica del ser humano. Siéntete orgulloso y practica la humildad, de ser esa parte del mundo que se mueve desde ese sentir. La alta sensibilidad desde el equilibrio es un don y un regalo. Y yo te invito a descubrirlo.

Nos encontramos de nuevo en una próxima entrada. Gracias por estar al otro lado y llenar mis letras de cariño y amor.